En el artículo de hoy, vamos a hablar de las reconstrucciones mamarias después de una mastectomía. Este es uno de los procedimientos más habituales en cualquier clínica de cirugía plástica porque todas las mujeres quieren recuperar la apariencia de sus pechos tras pasar por una situación tan traumática.
¿En qué consiste la reconstrucción mamaria tras una mastectomía?
Como bien debes saber, una mastectomía es una intervención quirúrgica para extirpar el seno, con el objetivo de tratar o prevenir un cáncer de pecho. Por su naturaleza, es habitual que tras la mastectomía se recurra a una reconstrucción del seno.
Existen diferentes opciones para realizar estas reconstrucciones. Las más habituales son mediante implantes, ya sean de solución salina o de gel cohesivo de silicona; pero también se pueden realizar utilizando el propio tejido autólogo de la paciente, es decir, tejidos extraídos de otras partes del cuerpo que son trasladados al pecho para rehacer la mama.
Por otro lado, este tipo de reconstrucciones pueden llevarse a cabo en el mismo momento en el que se realiza la mastectomía, en cuyo caso recibirá el nombre de reconstrucción mamaria inmediata, o cuando hayan finalizado el resto de tratamientos complementarios a la cirugía contra el cáncer, como la radioterapia o la quimioterapia. En este caso se denomina reconstrucción mamaria diferida.
Por supuesto, en el caso de que se haya realizado la mastectomía en un solo pecho, lo habitual es que también se trate la mama del lado sano para conseguir una mejor simetría entre ambos.
El tipo de reconstrucción mamaria a llevar a cabo va a depender de múltiples factores, aunque lo más importante es el tipo de mastectomía realizada con anterioridad.
Cuando se trata de un tumor pequeño y poco agresivo, se realiza una tumorectomía o cuadrantectomía. Es decir, se elimina el tumor y una porción de la glándula mamaria que lo rodea. En estos casos, la reconstrucción es más sencilla.
Por el contrario, cuando se lleva a cabo una mastectomía total, en la que posteriormente hay que realizar una reconstrucción mamaria completa, es un auténtico reto para el cirujano plástico, pues cada paciente es única. En ocasiones, si hay suficiente cobertura dermograsa, se opta por colocar un expansor, y en una segunda intervención es sustituido dicho expansor por una prótesis definitiva. Sin embargo, cuando hay escaso tejido en el pecho, hay que aportar ese tejido desde otras regiones corporales, siendo las zonas más habituales la espalda y el abdomen.
En la última etapa de la reconstrucción del pecho es cuando se recrea el pezón y la areola en el seno recién reconstruido, en el caso de que no se hayan conservado durante la mastectomía, pues en ocasiones, en función del tipo y el estadío del tumor, pueden respetarse tanto la areola como el pezón.
Como has podido ver, realizar una reconstrucción mamaria después de una mastectomía no es un procedimiento complejo, siempre que sea realizado por un cirujano plástico con experiencia y habituado a realizar este tipo de intervenciones.
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