La mama tuberosa es una malformación mamaria que se da en algunas mujeres debido a una predisposición genética y que se manifiesta cuando se desarrolla la glándula mamaria durante la pubertad.
¿Qué son las mamas tuberosas?
Dicha malformación mamaria consta de varias alteraciones, entre las que destacan la formación de un anillo fibroso en la base de la glándula mamaria que va a provocar que el surco inframamario esté elevado, el polo inferior de la mama sea más corto de lo habitual, e incluso en casos severos, se acompaña de areolas grandes.
Dentro de la malformación tuberosa, hablamos de cuatro grados, siendo el grado I una malformación leve y el grado IV el tipo de mama tuberosa más severa.
Cómo hemos comentado anteriormente, en esta malformación se observa un surco anormalmente elevado, por lo que con la cirugía, cuando se realiza la reconstrucción del pecho, uno de los objetivos primordiales para obtener un resultado satisfactorio es descender el surco inframamario a su posición correcta.
Este aspecto es fácil de explicar y demostrar a las pacientes, pues muchas veces, cuando se quitan el sujetador de aros, se aprecia la marca del aro en la piel, que suele coincidir con la posición correcta donde debería estar el surco inframamario. Sin embargo, su surco está más elevado.
Cuando se realiza la reconstrucción de la malformación tuberosa debemos bajar el surco inframamario de la paciente y formar un nuevo surco, también llamado neosurco.
Generalmente, con la cirugía, puede disimularse el surco inframamario antiguo, pasando desapercibido. Sin embargo, en casos de malformación severa, puede quedar una ligera “sombra”, que recuerda el antiguo surco, representando el paso entre la región que existe tejido mamario debajo de la piel y la zona donde no lo hay.
¿En qué consiste el doble surco?
En estas pacientes que padecen una malformación tuberosa severa pueden apreciarse ambos surcos, el antiguo que presentaba la paciente y el nuevo que quedará definido tras la cirugía. De ahí que en estos casos hablemos de doble surco.
Incluso es bastante frecuente que el efecto de doble surco aparezca sólo en una de las mamas, pues habitualmente los pechos suelen ser asimétricos, por lo que dicho efecto se intuirá sólo en la mama que presente un grado de deformidad mayor.
Cuando realizamos el tratamiento reconstructivo de la malformación tuberosa, con la cirugía hay que aportar tejido mamario desde la región areolar al polo inferior de la mama y, en casos severos, puede requerir realizar un lipofilling o injerto de grasa en la zona para suavizar o corregir la transición entre el surco antiguo y el neosurco.
No obstante, con las técnicas quirúrgicas que manejamos en la actualidad, la aparición de doble surco tras la cirugía es excepcional y se aprecia en un porcentaje muy pequeño de todas las pacientes que presentan malformación tuberosa y se someten a su corrección quirúrgica.
Si este artículo te ha sido útil, tal vez te interesen estos: