La cirugía de aumento de pecho es una intervención que requiere anestesia. Pero, ¿cuál es exactamente el tipo de anestesia que se utiliza en una cirugía de aumento de pecho y qué aspectos hay que tener en cuenta? ¡Te lo contamos!
Anestesia en una cirugía de aumento de pecho
Existen dos grandes posibilidades en lo que se refiere a anestesias para una cirugía de aumento de pecho. Por un lado, tenemos la anestesia general y, por el otro, tenemos la anestesia local con sedación.
Vamos a ver ambas para entender en qué consiste cada opción.
La anestesia general tiene la gran ventaja de que tienes la absoluta certeza de que la paciente no va a sentir la más mínima molestia durante la intervención.
Anestesia general
En primer lugar, tenemos la anestesia general, que es la anestesia más común en este tipo de intervenciones. Son anestesias en las que duermen a la paciente de forma completa tras intubarla (para que se le pueda controlar la respiración, que se ve afectada por la anestesia).
Esta anestesia se introduce en forma de gas y con fármacos intravenosos y duerme completamente a las pacientes. Generalmente, es una anestesia muy eficaz y sin peligros, pero suele dar algo de miedo a las pacientes.
Anestesia local con sedación
La anestesia local, como su nombre indica, busca eliminar el dolor en una parte concreta del cuerpo. Esto tiene varias ventajas, como que la paciente sigue estando consciente y es capaz de respirar por sus propios medios de forma natural.
Evidentemente, aunque la zona donde se está realizando la intervención está insensibilizada, la paciente sabe en todo momento lo que está ocurriendo y puede percibir el movimiento a su alrededor, así como los contactos en zonas no insensibilizadas.
Esto puede generar incomodidad en la paciente, por lo que a menudo se aplica también una sedación que ayuda a que la paciente esté más tranquila y relajada.
La intervención con anestesia local no consigue dormir totalmente la mama, por lo que la paciente puede tener sensibilidad y notar molestias en algún área concreta.
Aspectos a tener en cuenta en la selección de la anestesia
A la hora de decidir entre la anestesia local con sedación o la anestesia general, conviene tener en cuenta cuáles son las ventajas de cada tipo de anestesia para la intervención que se va a realizar. En el caso de la intervención de aumento de pecho, encontramos lo siguiente:
Anestesia local con sedación
Generalmente, la anestesia local tiene la ventaja de que la paciente está despierta, algo que a menudo exigen porque prefieren sentirse despiertas por el miedo que da la anestesia general. A pesar de que, como dijimos, este riesgo es mínimo.
Sí es cierto que existe una segunda ventaja importante en la anestesia local con sedación y es que no es necesario hacer un postoperatorio tan largo ni estar tanto tiempo en observación. Este puede ser un punto positivo.
Sin embargo, cabe decir que, a menudo, la intervención con anestesia local no consigue dormir totalmente la mama, por lo que la paciente puede tener sensibilidad y notar molestias en algún área concreta.
Esta es la principal razón por la que, en general, se recomienda mucho más la anestesia general.
Anestesia general
La anestesia general tiene la gran ventaja de que tienes la absoluta certeza de que la paciente no va a sentir la más mínima molestia durante la intervención.
No solo por ella, sino también por el cirujano, que puede trabajar con mucha más libertad y concentración.
Somos conscientes de que a algunas mujeres les asusta un poco, pero sin duda es la mejor opción.
Como puedes ver, la cirugía de aumento de pecho puede llevarse a cabo bajo diferentes tipos de anestesia. Por supuesto, no tienes de qué preocuparte, porque esto es algo que determinará el cirujano. Sin embargo, es importante que conozcas las diferencias entre ellas para poder plantearle tus dudas antes de la operación.